Gastritis crónica

Es una situación que preocupa a las personas cuando lee en el resultado de la biopsia gástrica el término Gastritis, y aún mas metaplasia intestinal. En este post intento explicarlo de una manera sencilla. La gastritis  es una inflamación de la mucosa de la pared gástrica debido a una lesión. Cuando  la inflamación de la mucosa gástrica evoluciona progresivamente en el tiempo se le llama gastritis crónica.  Los hallazgos a nivel endoscópico que indican inflamación de la mucosa gástrica son variopintos y el explorador es capaz de identificar lesiones agudas benignas como eritema, erosiones o úlceras en la mucosa del estómago y duodeno y lesiones que se han cronificado, como la atrofia y la metaplasia intestinal. Para emitir el término  de gastritis como diagnóstico, tiene que haber una evaluación endoscópica-histológica de la mucosa gástrica tomándose una muestra de biopsia en el momento de la endoscopia digestiva alta.

La gastritis crónica, es debida  más frecuentemente a la bacteria Helicobacter pylori , pero también puede deberse a  otras razones como la gastritis autoinmunitaria, gastritis alcalina por reflujo biliar y por el proceso normal de envejecimiento.  En la progresión a la gastritis atrófica, la inflamación crónica conlleva a una  disminución o  pérdida de las glándulas  situadas en el revestimiento del estómago que producen jugo gástrico y enzimas. Estas zonas afectadas son reemplazadas por metaplasia y fibrosis. La gastritis atrófica que progresa a estadios avanzados se  asociado con mayor riesgo al desarrollo de  cáncer de estómago.

Siempre ha existido la controversia si la gastritis crónica atrófica puede ser revertida después de la erradicación del H. Pylori.  Algunos estudios han demostrado que Las células epiteliales gástricas se renuevan constantemente gracias a las  células gástricas madre pluripotenciales y células progenitoras que viven en el itsmo  de las glándulas gástricas.  Cuando existe un daño o lesión de la pared gástrica producido por la bacteria H. Pylori, estas células madres migran  a la  superficie y se diferencian por un periodo de minutos a meses,  como parte del proceso de  reparación del daño.

Las  células madres se expanden lateralmente alrededor de la circunferencia glandular, para revertir la inflamación y la atrofia.  La regresión de la inflamación y  atrofia es un proceso que se establece en un período de 1.5 meses a uno o varios años y depende de factores como la edad, el sitio de localización de la atrofia, y el grado de atrofia. La reversión varía del 20 al 50% y puede ser casi total en la parte del antro del estómago. No así, en el cuerpo y fundus gástrico,  donde la reversión es menor y más lenta, aunque se ha descrito mejoría de la función de secreción ácida del estómago. Cuando la atrofia es severa, progresa a fibrosis y no es posible que la mucosa se restaure a su estado original, presenta un riesgo mayor de progresar al cáncer. 

En  proceso de reparación y reversión, se  producen cambios anómalos en las glándulas  gástricas,  conocido como  metaplasia intestinal, debido a que las células  gástricas son reemplazadas por un epitelio de tipo intestinal especializado. Las glándulas metaplásicas en la metaplasia intestinal gástrica (MIG) pueden contener varios linajes de células intestinales especializadas, incluyendo células intestinales absorbentes, células caliciformes, células endocrinas intestinales y células de Paneth. Cuando todos estos linajes celulares intestinales están presentes, la MIG se ha denominado Tipo I o MIG completa. Sin embargo, las células de Paneth e incluso, en algunos casos, las células absorbentes pueden estar ausentes, una morfología denominada MIG incompleta.  La MIG incompleta puede subdividirse en función del fenotipo de mucina en el subtipo que expresa sialomucina (Tipo II) y el subtipo que expresa sulfomucina (Tipo III), que es una mucina de tipo colónico. La GIM de tipo III sólo representa una pequeña proporción de la MIG (aproximadamente el 10%), pero es el tipo más fuertemente asociado con el desarrollo del cáncer gástrico. En la práctica clínica, la diferenciación entre MIG incompleta y completa con la tinción rutinaria de Hematoxilina & eosina suele ser suficiente. El MIG en sí es una enfermedad benigna y puede interpretarse como un fenómeno adaptativo a un medio gástrico adverso.  Su presencia en una biopsia no debe alarmar.  Sólo una pequeña proporción de personas con MIG evoluciona a cáncer,  y no se considera necesario el cribado poblacional.

Una prevalencia elevada de infección por H pylori suele correlacionarse con una mayor presencia de MIG y un mayor riesgo de cáncer gástrico. La incidencia anual de cáncer gástrico reportado es de 0.1 a 0.2% por tal motivo debe realizarse seguimiento endoscópico cada 3 años en personas con gastritis crónica atrófica y metaplasia intestinal. Este seguimiento es más cercano, si la MIG es incompleta, extensa o existe historia familiar de cáncer gástrico. De ahí la importancia de tratar H.Pylori.

En la gastritis atrófica, el control endoscópico y biopsias permiten descartar la displasia, que en su inicio puede ser invisible,  Las alteraciones genéticas de las células madre como el daño del ADN o la transición epitelial-mesenquimal progresarán en gran medida, lo que hace que la atrofia avance a una lesión neoplásica epitelial no invasiva. A pesar del tratamiento erradicador, el daño epitelial  puede evolucionar debido a alteraciones o mutaciones genéticas ocasionados por la patogenicidad de la bacteria y la influencia de otras factores de riesgo ambientales predisponentes.

Fuentes:

Yang H, Zhou X, Hu B. The ‘reversibility’ of chronic atrophic gastritis after the eradication of Helicobacter pylori. Postgrad Med. 2022 Jun;134(5):474-479. doi: 10.1080/00325481.2022.2063604.

Sugano K, Moss SF, Kuipers EJ. Gastric Intestinal Metaplasia: Real Culprit or Innocent Bystander as a Precancerous Condition for Gastric Cancer? Gastroenterology. 2023 Dec;165(6):1352-1366.e1. doi: 10.1053/j.gastro.2023.08.028.

Síntomas gastrointestinales relacionados con la COVID 19

Estamos desde hace un mes toda la comunicad médica española implicada de uno o de otra manera, en este  brote de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) que ha producido esta terrible pandemia,  que conlleva al  síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2), reportado por primera vez en China, en diciembre de 2019,  y que ahora afecta a todo el mundo.   Hasta el día de hoy  13 de abril, se han notificado  1.860.011 casos confirmados  en todo el mundo  (en España 169.496) con la no despreciable suma de 114.983 fallecidos por este causa según el coronavirus dashboard.

Dado que el ARN del SARS-CoV-2 se detectó por primera vez en una muestra de heces del primer caso COVID-19 reportado en los Estados Unidos,  se ha prestado mucha atención al estudio y a la notificación de síntomas de infección  del tracto gastrointestinal por SARS-CoV-2.

De acuerdo con un estudio en el que se han incluido 1099 pacientes con COVID-19 confirmado por laboratorio en 552 hospitales en China, a partir del 29 de enero de 2020, se informaron síntomas tales como náuseas o vómitos, o ambos, y diarrea en 55 (5,6%) y 42 (3,8%) pacientes respectivamente.

No obstante, en  un estudio realizado por Lei Pan,  del Hospital de la Universidad Médica de Binzhou en Binzhou, China, y sus colegas del Grupo de Expertos en Tratamiento Médico de Wuhan realizaron un estudio descriptivo, transversal y multicéntrico en 204 pacientes que tenían COVID-19 confirmado por reacción en cadena de la polimerasa en tres hospitales de la provincia de Hubei desde el 18 de enero de 2020 hasta el 28 de febrero de 2020. Del total, noventa y nueve pacientes (48.5%) se presentaron en el hospital con síntomas digestivos como su principal queja. La mayoría de estos pacientes no tenían enfermedades digestivas subyacentes.  Presentaron diarrea (29.3%), vómitos (0.8%) y dolor abdominal (0.4%). 47% de todos los pacientes tenían síntomas digestivos y respiratorios y  6 pacientes (3%)  presentaban solamente síntomas digestivos.

Los pacientes con síntomas iniciales solo digestivos tardaron en acudir al centro hospitalario, al no presentar tos y fiebre que son los síntomas cardinales que indican estar contagiado. En este estudio, la presencia de síntomas digestivos parecían estar relacionados con peor evolución, solo el 34,3% de los pacientes con síntomas digestivos se habían recuperado   comparado  con 60% de los pacientes sin síntomas digestivos que se recuperaron rápidamente y fueron egresados.

Por lo tanto, hay que estar atento a la presencia de vómitos y diarrea. Sería conveniente que se realizara la prueba PCR de detección de COVID-19 a  todos los pacientes con síntomas gastrointestinales y  considerarse como caso sospechoso, tomando todas las medidas adecuadas de aislamiento y protección hasta que se descarte que esté contagiado, aún sabiendo las limitaciones que existen para realizarse esta prueba en la actualidad.

Fuentes: Clinical characteristics of COVID-19 patients with digestive symptoms in Hubei, China: a descriptive, cross-sectional, multicenter study. Lei Pan, Mi Mu, Pengcheng Yang, Yu Sun, Runsheng Wang, et al.  Am J Gastroenterol. Published online March 18, 2020.  Ver publicación

Implications of COVID-19 for patients with pre-existing digestive diseases.  Ren Mao,  Jie Liang, Jun Shen, Subrata,  Ghosh,  Lian-Ru Zhu, Hong Yang et al.  www.thelancet.com/gastrohep.  Published Online  March 11, 2020 Ver publicación

Esos gases intestinales tan inoportunos

Normalmente se producen gases en nuestro intestino debido al proceso de digestión, por el proceso de  fermentación de las bacterias intestinales sobre los sustratos de la dieta.  El volumen de gas en el tracto gastrointestinal es   alrededor de 200ml  que se libera al exterior por medio de eructos o a través  del ano  de 14 a 23 veces al día  tanto en individuos asintomáticos  como en aquellos que se quejan de presentar gases en estudios realizados. Los eructos, flatulencia, hinchazón y discomfort  abdominal  son atribuidos a estos gases inoportunos  y suelen ser motivos de malestar y desagrado por lo que muchas veces se acude  al médico. Aunque  en la mayoría de los  individuos la cantidad de gases es normal, estos  son más consciente de la presencia del mismo.

Cuando existe un aumento de la producción de gases intestinales puede deberse a varios mecanismos los más frecuentes son:

  • Deglución de aire o lo que llamamos aerofagia que puede ocurrir  durante la comida, sobretodo si comemos rápido o hablamos mucho al comer, al beber rápido o tomar líquidos con pajitas o cucharas. También al fumar, al tragar saliva que puede ser un signo de ansiedad, masticar chicle, chupar caramelos  e inclusa usar dentadura postiza floja o en mal estado.
  • Aumento de la producción de gas por la bacterias intestinales relacionado con aumento de la flora productora de gas conocido con el nombre de sobrecrecimiento bacteriano o por la malabsorción de nutrientes como ocurre en las intolerancias a azúcares como lactosa, fructosa y sorbitol.
  • Lesión inflamatoria de la pared del intestino como en la enfermedad celíaca, causas infecciosas, etc; trastornos como la Enfermedad por reflujo gastroesofágico y el síndrome de intestino irritable.
  • Procesos obstructivos de la luz intestinal.
 
Algunas recomendaciones que debes seguir son:
 
  • Respeta los  horarios de las comidas, come despacio y en un ambiente tranquilo.  Evitar tomar líquidos con las comidas, succionando con pajitas o con cucharas.
  • Evita el tabaquismo.
  • Disminuye o evita el consumo de alimentos flatulentos como vegetales (brócoli, repollo, coles en general, espárragos, alcachofas, coliflor), ciertas legumbres, cereales de grano entero como el trigo integral o salvado, bebidas gaseosas, productos como chicles  o caramelos  que contengan manitol, sorbitol o xilitol,  lácteos, algunas frutas o  zumos como de manzana, pera y melocotón. En este sentido yo recomiendo  ir probando y observar, ya que  puede que toleres bien  el brócoli o  pero quizás los vegetales de hojas verdes crudos como la lechuga no.  O intenta por unos días suprimir todos los alimentos con lactosa o frutas y estar atento a los cambios.
  • Puedes tomar infusiones digestivas a base de manzanilla, hinojo, anís estrellado, anís verde y menta.
  •  Preparados comerciales a base de simeticona pueden aliviar los síntomas. Y por favor NO tomes Omeprazol para los gases.  Recuerdo hace un tiempo en que era muy frecuente que el paciente comentase que lo venía tomando porque   el vecino, algún familiar o conocido se lo había recomendado. Hoy en día con la omeprazol-fobia que  ha emergido esto ha cambiado mucho. Más adelante en otro blog  les hablaré de los beneficios del omeprazol y por supuesto las desventajas de su uso, pero no todo lo que se dice por ahí es cierto.

Si estos síntomas persisten en el tiempo  a pesar de estas medidas o bien sea  que se acompañan de diarrea, perdida de peso o apetito, dolor abdominal, heces con sangre, fiebre o vómitos  ¡debes consultar a tu médico!

Fuentes:
Olsson S, Furne J, Levitt MD. Relationship of gaseous symptoms to intestinal gas production: Symptoms do not equal increased productionGastroenterology. 1995;108 Suppl:A28.
Tomlin J, Lowis C, Read NW.   Investigation of normal flatus production in healthy volunteers. Gut. 1991;32(6):665.